MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN PARA EL ANÁLISIS DE LA HISTORIA AYMARA- Ireneo Uturunco Mendoza

 

MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN PARA EL ANÁLISIS DE LA HISTORIA AYMARA

Ireneo Uturunco Mendoza

Continuando con los ensayos sobre historia aymara, y después de haber abordado aspectos generales sobre las diferentes perspectivas en torno a su construcción desde un enfoque tradicional y subyugante pero, también, resaltar diferentes aportes en las maneras de generar un cambio de panorama de la historia como ciencia social, ahora, corresponde desarrollar una propuesta de los caminos (métodos) para trabajar en temas de investigación sobre la historia aymara, tomando en cuenta los aportes de diversas disciplinas y ciencias.

Un primer elemento importante a considerar para abordar los métodos de investigación en historia aymara, es el referido a la manera tradicional de cómo se investiga actualmente la historia. Si bien existen manuales que recomiendan pasos y procedimientos necesarios para desarrollar una investigación que conduzca a un proyecto, en los hechos, un estudio histórico surge a partir de un interés en un periodo, acontecimiento o proceso histórico, luego, la selección de fuentes primarias en un archivo. Al respecto, René Arze comenta: “La consideración que hoy merecen los recursos documentales por parte de la metodología tradicional o de la ‘nueva historia’, está plenamente justificada por el hecho de ser ellas -con toda su variedad y grado de autenticidad y objetividad- materias primas intermediarias e imprescindibles para el conocimiento del pasado…” (Arze, 1999, p. 20). En este sentido, se plantearía que las fuentes documentales son esenciales al trabajo histórico en sí mismas, cuando en realidad existen muchas otras fuentes que merecen también ser consideradas fundamentales, como la oralidad.

Una vez identificada las fuentes documentales, en ellos debiera aplicarse un método de trabajo versátil, comparativo o multimetódico, pero se continúa con la tradicional forma de trabajo documental que pretende, a decir de Ranke, contar los hechos tal cual sucedieron. Evidentemente, esta premisa parte por aplicar el método inductivo, descriptivo, sin lograr una interpretación o síntesis de datos contenidas en las fuentes, lo cual demerita el manejo de las fuentes documentales y los métodos. Este tipo de procedimiento, fue permanentemente criticado por la corriente de la Escuela de los Annales y otras corrientes que surgieron cuestionando la historiografía positivista, como la historia cultural, la microhistoria, la etnohistoria, entre otras.

Los estudios históricos bolivianos, pero también la mayoría de los estudios históricos sobre las naciones originarias aplican acríticamente este procedimiento investigativo, que posee muchos inconvenientes para poder comprender las dimensiones del proceso histórico, por ejemplo, de los aymaras. Sin embargo, hoy por hoy, apropiadamente existen otras propuestas que van más allá de la investigación tradicional y sustentan nuevas vertientes metodológicas de investigación histórica.   

Un segundo elemento importante en la consideración de los métodos en la historia, es la atención a la multidisciplinariedad, la cual, permite el uso de distintos métodos para una manera versátil de analizar diferentes acontecimientos históricos. Esto no es novedoso en la historia andina, debido a que, desde la década de 1960, aproximadamente, viene desarrollando y aplicando el método de la etnohistoria. En esta tendencia se piensa que se utiliza metodología antropológica e histórica, sin embargo, existen otros métodos insertos, como las estadísticas.

La etnohistoria, particularmente la etnohistoria andina, a decir de Vincent Nicolas (2015), actualmente sería una corriente con poca vigencia, sin embargo, en su auge proporcionó un gran aporte a los estudios andinos, “... la etnohistoria constituyó un primer intento de reinterpretación de la historia de los pueblos colonizados a partir de un mejor conocimiento de su cultura e inclusive, en algunos casos, a partir de estudios de campo; se trataba de hallar en los archivos coloniales y las crónicas los indicios que permitieran reconstruir una historia de los pueblos colonizados permanecida oculta detrás de los datos administrativos o del espejo deformante de la cultura colonial.” (Nicolas, 2015, p. 25-26).     

A partir del aporte de la etnohistoria, además, las nuevas metodologías históricas en cuanto a la manera de encarar los estudios históricos en un contexto no tradicional, planteamos una propuesta de análisis de la historia aymara a partir de las consideraciones de dos investigadores con formación histórica, pero que también incursionaron en otras áreas de estudio: Nathan Wachtel y Vincent Nicolas.   

Sobre el aporte metódico de Nathan Wachtel, es interesante su propuesta de historia regresiva, pero en sentido estricto es una variante de la etnohistoria andina. Sin embargo, es importante señalar que el autor plasmó su método, principalmente, en la obra El regreso de los antepasados. Los indios urus de Bolivia, del siglo XX al XVI. Ensayo de historia regresiva (2001). Como señala el mismo autor:

“La Historia Regresiva es un método que recomendó nuestro maestro Marc Bloch, se trata de partir del presente, porque el presente permite observar el desarrollo acabado que viene desde el pasado. Se trata, entonces, de empezar del presente para regresar atrás en el tiempo. Para decirlo de otra manera, no se trata de otra cosa que de una combinación de la antropología con la historia. Hacer la historia de un objeto de investigación requiere conocer previamente ciertos elementos y entender cómo han surgido estos elementos y se han combinado con otros que se juntan con la problemática antropológica que permite la observación de los ritos y el acopio de los mitos que no siempre aparecen en la documentación de los archivos. No se trata solamente de elementos aislados, yuxtapuestos de la comunidad, sino del trabajo de campo en el presente de la sociedad. Esto permite compartir la vida cotidiana, observar sus costumbres tanto en la práctica de lo productivo, como en el mundo de la imaginación y de las mentalidades. Todas estas características podemos ubicarlos en el contexto de vida presente de las sociedades que observamos.” (Wachtel, 2013, p. 267).    

En esta su propuesta metódica, la consideración del presente es muy importante, porque la historia es historia del presente, de las inquietudes que arroja el presente, es decir la contemporaneidad. Llamar la atención sobre este tópico es importante porque el enfoque temporal que se puede aplicar en estos tipos de investigación son los lineales, en temas que son persistentes, diacrónicos (que se confunden con historias cronológicas), o cíclicos, sincrónicos, en temas que más bien muestran recurrencias o retornos, como los temas andinos.

Por otra parte, el aporte de Vincent Nicolas es importante, por cuanto, en su obra Los ayllus de Tinguipaya. Ensayo de historia a varias voces (2015), plantea un método a partir de la microhistoria pero en el marco de una nueva generación de la etnohistoria andina. Para concretizar esta propuesta, Nicolas también parte por afirmar la importancia del presente en la investigación histórica, por cuanto incluye inquietudes de diferentes sectores o culturas que pueden coincidir en una contemporaneidad, la del investigador y de la cultura, aunque con diferentes matices de interés.

“Todas las ciencias de terreno (la paleontología, la arqueología, la etnología, la historia, etc.) se caracterizan… por la búsqueda y la interpretación de indicios, de huellas que servirán a la construcción de una historia necesariamente única por estar ligada a este terreno y no a otro. Sin embargo, dentro de las ciencias del terreno… hay algunas que tienen la peculiaridad de ser también ciencias de la contemporaneidad en el sentido en que las preguntas que se hacen sobre su objeto de estudio interesan también a las poblaciones estudiadas ‘aunque en un modo distinto’…” (Nicolas, 2015, p. 24-25).   

 A partir de este perfil, Nicolas fundamenta que el método indiciario (de indicios) de su estudio está vinculado a un compromiso con el lugar de estudio, en el cual participa de manera reconstructiva. “Cuando escribo sobre la historia de Tinguipaya y que mis escritos son leídos por la gente de Tinguipaya, es evidente que mi historiografía interfiere con la suya” (Nicolas, 2015, p. 25). Entonces, el método empleado por él, más allá del recojo de las diversas historias narradas y vividas, recopilaciones de mitos o leyendas y la revisión documental, pretende mostrar las varias voces en la construcción de historias de Tinguipaya, “el interés de las historias orales recopiladas en Tinguipaya radica precisamente en su capacidad de cuestionar la historia oficial y de ofrecer nuevas perspectivas de comprensión de la historia.” (Nicolas, 2015, p. 27).    

Finalmente, a partir de las consideraciones precedentes, perfilamos que un conveniente método de investigación sobre la historia de la nación aymara está en la combinación de varios elementos anotados arriba, desde un punto de partida presentista o contemporáneo, que incluya fuentes desde las orales/testimoniales, imágenes e iconografías, hasta las documentales. Por un lado, partiremos por abordar temas desde la mirada de nuestro presente, entendiendo que la cultura aymara no es una cultura muerta, sino vigente, y cómo determinados acontecimientos en ella, fueron desenvolviéndose en su proceso histórico, espacial y temporalmente. Esto implica abordar mediante el método indiciario datos que vayamos analizando. Por otro lado, es importante comprender la transversalidad temporal que, a modo de aplicar el método de la historia regresiva, permitirá entrever la linealidad, circularidad, ciclicidad o retornos de acontecimientos aymaras. A partir de estos elementos desarrollaremos estudios puntuales de acontecimientos históricos aymaras.

Bibliografía

Arze, René (1999). “Los archivos y la investigación histórica: notas para una reflexión” en Historia y Cultura N° 35. Sociedad Boliviana de Historia. La Paz, Bolivia.

Nicolas, Vincent (2015). Los ayllus de Tinguipaya. Ensayo de historia a varias voces. Plural editores. La Paz, Bolivia.

Wachtel, Nathan (2001). El regreso de los antepasados. Los indios urus de Bolivia, del siglo XX al XVI. Ensayo de historia regresiva. Fondo de Cultura Económica. México D. F., México.

Wachtel, Nathan (2013). “Retorno de los ancestros. Entrevista de Wilfredo Kapsoli a Nathan Wachtel” en Yuyaykusun N° 6. URP. Lima, Perú. 

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