EDITORIAL
Estado
Laico y religiosidad en Bolivia
Hace
no más de dos décadas Bolivia ha determinado en su constitución política del
Estado que es un estado laico.
Sin
embargo, pasado el tiempo esta medida parece no tener la repercusión que se
pensaba, ni revertir el proceso político tras suyo. Cosa que genera graves
contradicciones, como es habitual, en el modelo de Estado colonial de Bolivia. Esto
debido recientemente a la colisión de normativas, mientras la constitución política
del Estado determina el Estado laico, una nueva normativa, la ley 1538, ha reconocido
como patrimonio a la semana Santa católica, con la consiguiente participación de
las FFAA en los rituales católicos.
Esta y otras contradicciones se deben a que
las normativas no responden a la realidad del país, sino tan sólo a intereses
políticos de momento. La iglesia católica, por ejemplo, ha sido por mucho
tiempo sinónimo de colonización. Y ahora a nombre de costumbre se pretende
restablecer sus ventajas sobre las demás religiones. cuando en su historial
existe una serie de graves violaciones a los derechos humanos y apropiaciones
indebidas para convertirla en una religión oficial del Estado boliviano. Por
otro lado, se encuentra la emergente versión protestante que ha cautivado a
gran parte de la población indígena en Bolivia y la región-claro, con interés
evangelizador- pero que no recibe el
apoyo, ni el beneficio del Estado como la religión católica. Cabe destacar que
las prácticas espirituales ancestrales hacia las wakas, tampoco han sido de
interés del Estado en su restablecimiento, a excepción de apariciones
pintorescas.
El
indio ha sido profundamente religioso en sus prácticas previamente a la
intervención de las religiones cristianas, estás últimas han logrado canalizar
de alguna forma esa religiosidad. Sin embargo, con el paso de los años esto se
hace insuficiente, ya qué bien las religiones se han inculturalizado o
nacionalizado, dándole un toque totalmente nativo a las versiones religiosas
exógenas. Pero, a la vez, existe un resurgimiento de las religiones
tradicionales precolombinas.
Sin
duda esto generará a futuro otra grave discusión y disputa, ya que la religión
en más de las veces es un caudal político que desemboca en alguna de sus
formas.
Cuál
será la religión o nombre de religión que logre canalizar la religiosidad
nativa natural. Es una gran pregunta que es menester responder, y a la cual se
convoca para poder anticipar la solución o la evitación del problema.
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