PUKARA-188: Resurgimiento del Mara T'aqa

 EDITORIAL

El golpe, las FFAA y los indios

La crisis política del gobierno del MAS ha demostrado con claridad que los ciclos históricos están cambiando rotundamente y que están dejando de lado varios temas importantes, estructurales como el coyunturales.

El supuesto golpe de Estado suscitado en días pasados ha demostrado la fragilidad del gobierno y la inmensa desinstitucionalización del Estado boliviano.

Cabría pensar las suposiciones e interrogaciones que llevaron a este evento tan pintoresco, pero a la vez alarmante y consuetudinario en Bolivia.

Muchos con la boca llena de fama y también de inexperiencia, comentan: los golpes eran los de antes, los de ahora, no. Sin embargo, está absurda manifestación y desconocimiento de la historia, expresa con claridad que el país, propiamente Bolivia, está acostumbrada a eventos históricos de violencia que deben dejar muertos y pena en su población. Sin duda, el evento reciente del 2024, podrá quedar como un aspecto de puesta de teatro o último recurso político para el gobierno vigente. Pero jamás debería pasar inadvertido un evento similar, por más pintoresco que sea, por las graves implicaciones que ha tenido en la historia de Bolivia y en la actualidad. No se trata pues de jugar con papeles o muñecos, en caso de un golpe militar o un gobierno de Facto, las muertes se cuentan por decenas y la sangre corre por los ríos. Entonces, los supuestos bocaflojas, callan y no dicen: esta boca es mía. Mas considerando que esos eventos y gobiernos irregulares, en el mediocre Estado boliviano, eran tradición. Ya lo decía bien Arguedas, el gobierno de los caudillos bárbaros.

Pero a más de la disputa de poderes en las altas cúpulas, como ha participado el indio en eventos similares. Pues bien, como carne de cañón o perros de mansalva. El indio participa del golpe de Estado, siguiendo las órdenes del patrón blanco o mestizo que es oficial, o marchando con el pecho henchido en las marchas y protestas, de las que generalmente no tiene mucha idea.

 Y es que hasta ahora, no existe un general Mamani o Quispe, desde el momento que se ha registrado el pedido en 1970. O con las breves excursiones de Laureano Machaca.

Sí, el uso de las armas, el poder propiamente, nunca ha estado en manos del indio, y es algo que también debe pensar. El 90 por ciento de las FFAA de Bolivia está repleta de indios, pero no hay general Mamani, los blancos no hacen servicio militar y solo ingresan para mandar.

Habrán pensando, en una forma de cambiar las cosas los subalternos indios, ante los oficiales blancos, se pregunta.  Aunque el nivel conciencia y desarrollo desecha la idea, el 2014, los militares de rango bajo, todos indios, pidieron la descolonización de las FFAA. Pero el gobierno inepto en vez de aprovechar este suceso sin precedentes, descarto la idea.

Volverá a suceder lo mismo, un golpe o una descolonización de las FFAA, es poco predecible. Sin embargo, permite plantear que los indios de carne y hueso, de a pie, deben entrometerse y reclamar ese espacio.



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